¿Qué es el arte realista?
Siendo una reacción al romanticismo y un preludio al impresionismo, el realismo es un movimiento pictórico que surge en Francia en el año 1855 siendo fruto de los problemas políticos que vivía este país en ese entonces. Debido a que en esta época se vivían graves tensiones, tanto sociales, como políticas, se desarrolla el capitalismo con el marcado progreso industrial, especialmente en las grandes ciudades.
Por otro lado, el índice demográfico empezó a elevarse, y con el mismo, la pobreza, la desigualdad social y la falta de empleos empezaron a ser considerablemente notorias, no solo para las personas que vivían en condiciones deplorables, sino también para aquellos que vivían como reyes. Es por ello que los artistas pertenecientes al movimiento realista buscaban representar y expresar en sus obras la realidad del hombre y de los momentos en que este existe, plasmando no solo lo bello, sino también lo feo y lo repulsivo, denunciando así las injusticias que enfrentaban.
Es importante mencionar que esta corriente ha estado presente, no solo en la parte disciplinaria artística, sino también en la historia, la filosofía e incluso en la política. A pesar de que en 1855 se acuña el término ¨realismo¨ de manera formal, antes de esa fecha ya existían representaciones que ofrecían una interpretación verdadera y objetiva del mundo sensible.
Tomado de la mano con lo anterior, podemos entonces comprender que la manera principal de retratar el entorno en el que vivían los artistas realistas tenían un carácter que reflejaba verosimilitud, describiendo en sus obras precisión y objetividad de lo que tenían en frente, oponiéndose de esta manera a todo lo artificioso e indeterminado, traduciéndolo, de esta manera, como una única verdad del mundo sin caer en falsas significaciones.
El abordaje realista del hombre tiene como objetivo afrontar lo real directamente, sin engaño ni fantasía, sin drama ni emoción, de modo que lo real equivale al presente y a lo material, es decir, a lo que puede ser visto y tocado pero nunca imaginado, reflejando, de esta manera, la realidad histórica sin tener en cuenta aspectos mitológicos y alegóricos, dejando a un lado los temas sobrenaturales, burdos y banales.
Los realistas rechazaban el carácter subjetivo y despreciaban lo idealista porque buscaban alejarse del egocentrismo que esto representaba. Buscaban la cercanía del mundo a sus ojos dejando de lado lo exageradamente emocional y sentimental, siendo cien por ciento fieles a los detalles que podían observar de su alrededor.
Muchas de las obras realistas plasmaban la cotidianidad del día a día de las personas, por ejemplo, la vida rural y urbana, la manera en la cual trabajaban los campesinos y obreros, la mujer moderna, la nueva tecnología que se implementaba gracias a la industria, los cafés, los parques, y los paisajes cambiantes que la mañana, la tarde o la noche ofrecían.
Se considera que estos artistas no solo hacían trascender sus obras por la manera en que retrataban las injusticias sociales, sino también por denotar la capacidad de los mismos para salir adelante a pesar de las adversidades, proclamando el valor de estos hombres y mujeres, así como el heroísmo de los mismos al ajustarse para sobrevivir en momentos en que la libertad aún no se desarrollaba completamente.
Escrito por: Galilea Hernández
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