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Arte Paleocristiano Segundo Periodo

Siglo IV y Siglo V

Periodo en el que el arte Paleocristiano pasa de ser clandestino y pobre a un arte monumental y rico (siglos IV y V )

El arte paleocristiano es el centro la unión de dos grandes periodos de la cultura y del arte, estas son la Edad Media Cristiana y la Antigüedad Clásica. Es por ello por lo que en el arte paleocristiana se distinguen dos grandes periodos.

Este segundo periodo se distingue completamente del primero, porque ha dejado de ser un arte anarquista a un arte promovido y financiado por el gobierno mismo .

El año 311 fue una fecha especialmente significativa, para explicar el cambio que se va a producir en el arte cristiano, de clandestino y pobre a un arte y monumental y rico. A partir de este año los altos dignatarios de la iglesia se van a convertir paulatinamente en autoridades del imperio. De este modo, las jerarquías eclesiásticas van a pasar a ocupar importantes cargos de la administración pública, y la iglesia se convierte gradualmente en una institución estrechamente ligada al emperador y a la administración imperial.

En esta nueva etapa el arte cristiano es financiado por el alto clero y por las clases patricias (concepto que se empleaba en la época del Imperio romano para aludir al integrante de la clase social privilegiada que era descendiente de los primeros senadores) e incluso por los propios emperadores.

En este periodo las principales manifestaciones en el arte van hacer dos principalmente: la arquitectura eclesiástica y Las artes figurativas.

Dentro de la arquitectura eclesiástica, encontramos primeramente las basílicas, donde se rechazó el modelo de templo anterior romano, por su asociación el paganismo, y se adoptó entonces la antigua basílica romana, edificio de múltiples usos, ya que no tenían ninguna función específica y menos aún de carácter religioso. Las basílicas romanas eran edificios de forma rectangular de tres o más naves (en número impar) separadas por columnas, que solían tener una cabecera sobre elevada respecto al resto y rematada en una exedra (sala o construcción descubierta, de planta semicircular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva).

La Basílica de San Pedro del Vaticano, Roma. Siglo I V y V

Entre la arquitectura eclesiástica, también se encontraban los Martyria, que fueron construcciones de carácter funerario, que en Occidente tienden a convertirse en plantas de cruz griega y normalmente estarían unidos a la iglesia, mientras que en Oriente adquieren una gran monumentaoy se convierten en templos normalmente poligonales.


En 1976 la excavación del extremo septentrional del Patio de Banderas rescató para la historia sevillana una posible basílica paleocristiana y visigoda datable por las autores con ciertas reservas entre los siglos IV, para su fundación y IX/X para su destrucción (Bendala y Negueruela, 1980: 352).
Martyria ‘’El Tempietto De San Pietro’’ En Roma

También los Baptisterios Son importantes dentro de la arquitectura paleo cristiana, en occidente son de planta octagonal y están próximos a la iglesia, pero exentos, mientras que en Oriente serán pequeñas salas de planta cuadrangular unidas al templo.


El baptisterio de San Juan de Letrán ‘’en Roma Inicios del siglo IV

Por su parte las artes figurativas paleocristianas, abordaban temas como Dios y amor, bondad o hasta de la vida de ultratumba.

El arte paleocristiano comienza un camino que va a desembocar en el arte bizantino de Oriente y en las medievales occidentales: prerrománico y románico.

Se comienza una estética que preste menos protagonismo a la materia, el espacio y el tiempo y más a la substancia.

Ya no se busca la reproducción del mundo físico sino una ventana al espiritualidad y a la divinidad.

La iconografía no olvida el relato de los pasajes bíblicos pero nace un arte simbólico, pues lo esencial es contemplar figuras que transciendan al terreno de lo espiritual. Aparecen, así, numerosos símbolos o se aprovechan otros ya existentes pero con matices renovados.

En cuanto a la estética pictórica y del relieve, los artistas se centraban en la transmisión del mensaje y en la comunicación del contenido de la fe, dejando en segundo término los elementos decorativos de los relieves y la pintura tardorromanos.

Otra cosa que destacaba eran los Mosaicos y sepulcros, cuya técnica del mosaico paleocristiano es la misma que el periodo anterior, pero lógicamente,

cambia la iconografía. Se eligen temas de carácter fuertemente simbólico y religioso.

Por Dalia González Villa

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